domingo, 21 de febrero de 2010

A vueltas con la escritura

Escribir como necesidad, escribir como terapia, escribir como ejercicio de narcisismo, como espejo en el que verse reflejado, para compartir, para ganarse unas perras (el que puede), para deshacerse de demonios interiores que de otro modo no se pueden expulsar del todo... Mil razones, mil maneras de enfrentarse al acto creativo. Y siempre, o casi siempre, planteándose el por qué de las cosas. ¿Escribo para que me lean/oigan? ¿Busco el reconocimiento? La escritura (sobre todo de canciones) para mí tiene dos partes bien diferenciadas: por un lado ese momento íntimo, de la creación pura y dura, el alumbramiento. Enfrentarse al folio en blanco y salir airoso del lance. Recoger las palabras con cuidado, acomodarlas y hacerlas tuyas. Por otro lado el momento de compartirlas, dejar que sigan su curso, que fluyan y pasen a formar parte de la vida de otras personas. Qué sentimiento más intenso es ver que esta vía de comunicación se abre, que realmente todos formamos parte de algo más grande, de otro universo que sólo se nos abre y se nos muestra a través del hecho creativo.
Claro está que existen otros, que pervierten todo lo que de puro, común y trascendente hay en el arte, y hacen de ello vehículo de su egoísmo. Pero en el fondo sabemos que ellos viven ajenos a la verdadera naturaleza del acto creativo como espacio de comunidad, y eso es lo que nos hace únicos.

martes, 23 de junio de 2009

Junio intenso






Por fin aterrizo en casa con tranquilidad. Ha sido un mes bastante intenso. Primero el tremendo fin de semana en el Encuentro de Canción de Autor en la Casa de la Bombilla Verde, en San Jose del Valle, los días 5 y 6 de junio. Volver a ver a amigos, conocer gente nueva... y la gran experiencia de ver cómo un pueblo se volcaba en la canción de autor. Y todo con la sonrisa cómplice, la atención y la enorme labor de Juan Luis Pineda, ajeno a todo lo que signifique protagonismo. Y como colofones, los conciertos de Kiko Veneno, que actuó pese a los contratiempos del clima, Alejo Martínez (tan completo y tan cercano como siempre),y de Javier Ruibal, que dio lo mejor de sí a pesar de los problemas que le dió el equipo de sonido, y además tuvo el hermoso detalle de sacarnos a mi hermano Fernando y a mi a cantar con él Atunes en el Paraíso.

Casi sin tiempo de digerir estos dos días y medio de vivencias, comida y juerga cantautoril, nos fuimos a Madrid el domingo, palizón de 8 horas de autobus mediante, para participar en el homenaje a Pablo Guerrero que se celebró el lunes 8 en la Sala Galileo Galilei, organizado por Francisco Espinosa, que tuvo el detallazo de invitarnos a sumarnos a esa celebración. Y nosotros encantados de la vida, porque llevamos mamando a Pablo Guerrero desde adolescentes, y nos ha enseñado mucho, como decimos en el vídeo. Y de nuevo reencuentro con amigos: Álvaro Fraile y Javier Maroto, que ya son casi como nuestra familia madrileña, Antonio Toledo, con quien estuvimos un buen rato charlando de nuestras andanzas (por supuesto, él gana por goleada) y riéndonos mucho, Maria José Hernández, Marwan, etc, etc
Luego pasaron por allí el resto de participantes en el homenaje. Se palpaba la emoción de cantarle esa noche a Pablo, y el cariño con que todos poníamos nuestro granito de arena. Como anécdota... Ismael Serrano no llevaba cejilla y le tuvimos que dejar la nuestra. Y tuvo el detalle de devolvérnosla, que las cejillas son como los bolígrafos, que las prestas y lo más probable es que desaparezca.
Después del concierto, Pablo Guerrero, emocionado, nos fue dando las gracias uno a uno (y éramos cerca de 17 participantes), y yo cogí el autobús el día siguiente con una sonrisa de oreja a oreja, sin creerme todavía lo que había vivido en tan poco tiempo.

Pero todavía hay más... por si no llevásemos horas de viaje encima, el día 12 tocó avión para Inglaterra. Fernando, Pablo el Chino (percusionista) y yo habíamos sido invitados por St. John Fisher High School de Wigan, el instituto donde he estado trabajando todo este año, para tocar en la Semana Hispánica que celebraban este año. Se trataba de que cada día un grupo de niños tenía la oportunidad de participar en distintos talleres relacionados con la cultura hispanoamericana. Así pues había talleres de salsa, percusión y arte. Nosotros fuimos los encargados de darles a los niños una pincelada de lo que la música en español puede dar de sí. Así que preparamos un repertorio lo más variado, lúdico, representativo y participativo posible. Y acertamos. Fue mucho trabajo, pero los niños se entusiasmaron, y acabaron por vitorearnos y pedirnos autógrafos.
Muy cansado, pero muy divertido. E hicimos buenas migas con los monitores de los demás talleres, por no hablar de la cantidad de pizzas de una libra que nos comimos... pero esa es otra historia.

Ahora toca descansar y preparar cositas nuevas. Aunque un mes como este es difícil repetirlo.

viernes, 3 de abril de 2009





Jejejeje... este tipo es grande, síganle en su blog.

Si...yo también tengo algo de sentido del humor de vez en cuando.

sábado, 28 de marzo de 2009

El profeta

El profeta no nació para este siglo
su descuidada barba y su roída túnica
no encuentran sitio en esta red de redes

La palabra tranquila,
la verdad calmada,
son enterradas bajo la confusión,
el ruido,
la ceguera de la Nueva Babilonia

Cuarenta años en el desierto,
cuarenta años de destierro,
no significan nada para el mundo del aquí y ahora

El profeta sólo encuentra oídos sordos
que aun así no quebrantan su voluntad de hierro
su voluntad de sueño

El profeta morirá solo,
tratado como un loco por propios y extraños,
con una sonrisa y un beso en la boca para todos y cada uno de sus verdugos
porque
¿acaso no ha sido así siempre?

domingo, 22 de marzo de 2009

Grabando, grabando


Bueno, ayer tuve jornada intensiva y agotadora de grabación aquí en la Gran Bretaña... Probando canciones, echando unas risas, y prestando mi voz a Paul Bankier, a ver qué sale...

Y realmente quedan ganas de grabar más, con músicos, a lo bestia, pero ya lo dice Jorge Drexler, "no nos faltó la intención pero sí el presupuesto", gran clásico del artista/cantautor/ ser humano con ganas de hacer algo/ ponga aquí su palabra.

Por el momento se puede escuchar una canción, "Entre copla y copla", en el myspace, un intento de homenaje a la copla y el bolero . La verdad es que es mi favorita, quizá porque la letra es de Israel Alonso, que sabe escribir mis canciones mejor que yo, y tiene una facilidad para el verbo y una imaginación más allá de lo humano. Y al que me diga que no, en la calle lo espero...a ver si se atreve.

En fin... un día entretenido que me ha dejado con ganas de más...

Pónganme a los pies de sus señoras

lunes, 10 de noviembre de 2008

Rayuela a cuatro manos


Leer sabiendo que estás allí, a nosecuántos kilómetros de distancia, viendo con otros ojos el mismo papel, abriendo esa caja de sorpresas que alguien dejó para nosotros tiene algo de emoción e incertidumbre. ¿Estaremos los dos a la vez encerrados en la misma página asombrados con igual ingenuidad? Sería como jugar a encontrarnos con los ojos vendados en medio de la gran ciudad. También me asalta la duda de saber si estaremos viviendo la misma historia, si la imaginación que tanto nos ha unido habrá interpretado de igual modo para ambos los códigos impresos más allá de las palabras.
Así que me adentro cada día entre capítulos y notas a pie de página con la esperanza de que, al volver la siguiente hoja, escondida detrás de cualquier esquina, sentada en el sofá de alguna habitación alquilada o en el banco de algún parque estés tú también, con un libro entre las manos y el corazón en los ojos, y ya no sean París, ni Oliveira, ni la Maga, sino tú y yo, aquí y ahora.

jueves, 30 de octubre de 2008

la revolución pendiente

Aún queda una revolución pendiente. La del arte, la del sentimiento, la del contenido. He muerto tantas veces esperando verla a ella, tan imposible…Queda despojarnos de nuestro nombre, del pesado altar que aun sin querer todos reclamamos, devolver nuestro espíritu a la tierra, a la maternal esencia que todos llevamos dentro y que siempre nos afanamos en ocultar.
Nos queda pendiente aprender el abrazo, desechar la desidia, echar abajo los muros de lo “bueno” y lo “malo”. No alcanzaremos jamás satisfacción alguna hasta que no sintamos que nuestras puertas se abren para todos, hasta que la íntima esperanza de ser libres que todos albergamos despierte a la vida, a la comunión de todos los senderos que bajo el sol recorremos día a día, a veces cansados, otras decididos, pero siempre con un único anhelo: no sentirnos solos, sabernos comprendidos, amados, y respirar cada segundo esa dicha.

Queda una revolución pendiente, pero aún no hemos sabido defenderla.